El Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina entrevistó a más de 15 mil personas para saber cómo vive la población LGTBIQ+ en uno de los países con la legislación más avanzada en materia de derechos humanos.
El estudio fue realizado por un equipo interdisciplinar formado por más de 50 profesionales de diferentes instituciones y organizaciones argentinas. El sondeo se llevó a cabo entre mayo y agosto de 2023, recolectando datos de personas residentes en todas las regiones del país.
Entre los datos más relevantes, destaca la gran cantidad de personas bisexuales (23,8%) y no binarias (13,2%). Además, se ha constatado que hay más personas trans masculinas (5,3%) que femeninas (4,1%). Sin embargo, el estudio también ha revelado que la población trans es la más afectada por la discriminación tanto en el ámbito laboral como educativo.
“Las mujeres trans, los varones trans y, en menor medida, les no binaries, muestran peores indicadores, por así decirlo, en comparación con la población general, en los valores que tienen que ver con terminalidad educativa, con nivel de ingresos, con acceso y perdurabilidad en el empleo. En el caso de varones gays y de lesbianas, está cerca de la media de la población general”, explicó Maximiliano Marentes, sociólogo y uno de los realizadores del proyecto, en entrevista a la Agencia Presentes.
El Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica se trata del primer estudio a nivel nacional que busca generar información estadística sobre la población LGTBIQ+ argentina. El objetivo del levantamiento es averiguar las condiciones reales en las que la población LGTBIQ+ vive. Según sus autores, se ha avanzado mucho en cuanto a la sistematización y el conocimiento acerca de hombres gays y en temas como el transfeminismo, sobre todo en lo que se refiere a discriminación, agresión y violencia. Pero aún falta conocimiento sobre cuáles son las condiciones materiales de existencia.
A la encuesta respondieron 15.211 personas, de las cuales el 28,7% se identifica como gays, el 23,8% como bisexuales y el 17,2% como lesbianas. Algunas personas trans, no binarias o intersex se identificaron como heterosexuales. En cuanto a la visibilidad, la mayoría de las personas trans pudo expresar su identidad de género públicamente (95,2%). El porcentaje es mayor entre personas trans masculinas que entre las personas trans femeninas o no binarias.
Aunque la mayoría de las personas que contestaron a la encuesta tengan un nivel educativo relativamente alto, casi todas tienen nivel secundario completo o superior incompleto, el entorno educativo sigue siendo un ambiente hostil para las personas trans. El 54% de los gays y el 45% de las lesbianas tienen educación superior completa, mientras que entre las personas trans femeninas, solamente el 16% llegan al nivel superior y entre las personas trans masculinas el 12%.
El 77,4% de las personas encuestadas se encontraba ocupada laboralmente, mientras que un 7,3% estaba en situación de desempleo. Las tasas de desempleo son considerablemente mayores entre hombres trans (14,3%), mujeres trans/travestis (12,3%) y personas no binarias. En el último año, casi 4 de cada 10 mujeres reportan haber sido despedidas de un trabajo por causa de su identidad de género. Entre los hombres el porcentaje se acerca al 30%. Por otro lado, las personas no binarias reportan situaciones similares en casi un 20% del total.
Los datos referentes a las dimensiones laboral y educativa revelan tendencias similares, es decir, los indicadores señalan que los más afectados son las personas trans. Sin embargo, al tratarse de un estudio amplio y que incluye todas las siglas del colectivo se ha podido identificar problemas que implican al colectivo en su conjunto, como, por ejemplo, la salud mental. Como consecuencia del estigma, la discriminación y la violencia, la población LGTBIQ+ ha tenido el pensamiento suicida como una idea constante, y presenta niveles altos de depresión, ansiedad y estrés.